Mi artículo en la Revista Gestión de Noviembre-Diciembre 2015.
¿Cómo enfrentar las diez plagas del Ecuador?
Elementos para un programa de recuperación económica.
Edición 257 / Noviembre – Diciembre 2015.
http://www.revistagestion.ec/?p=18561
Friday, November 13, 2015
Wednesday, November 11, 2015
Bonos Verdes en América Latina
Por Luis Alberto Fierro, Asesor en Financiamiento Climático
- La emisión de bonos verdes ha aumentado mucho en últimos años, alcanzando cerca de $40 mil millones en el 2014.
- A la fecha los principales emisores han sido los bancos multilaterales y nacionales de desarrollo (tales como el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones, y el Banco Alemán de Desarrollo, KfW); empresas privadas, y gobiernos (nacionales y subnacionales).
- Los bonos verdes fueron creados para financiar proyectos que tuviesen beneficios ambientales y / o climáticos positivos (en mitigación o adaptación).
- En América Latina han emitido bonos verdes: NAFIN (México), Acciona (empresa de infraestructura española para proyectos eólicos en México); la Corporación Financiera Internacional (del Banco Mundial, para un proyecto de Seguros Rimac en Perú); y la empresa Energía Eólica de Perú.
- Recientemente el Fondo Verde para el Clima (GCF) aprobó una propuesta del BID para el desarrollo de bonos verdes para eficiencia energética en América Latina.
- Mas información disponible en: www.climatebonds.net
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Sunday, October 25, 2015
FMI vuelve para ofrecer recomendaciones al Ecuador
FMI vuelve para
ofrecer recomendaciones al Ecuador
Por Luis
Fierro Carrión (*)
El 21 de
octubre, al mes de haberse efectuado la reunión del Directorio del Fondo
Monetario Internacional (FMI) para considerar el informe anual (Informe de
Articulo IV) sobre el Ecuador, los documentos del informe fueron distribuidos
públicamente. Esto contrasta con la práctica que ha observado el Ecuador (de
mantener confidenciales dichos documentos; un antecedente de apertura fue en
2006); y esta fue la primera vez desde el 2006 en que una misión del FMI visitó
al Ecuador (las anteriores durante este gobierno se realizaron a la distancia).
La
publicación del Informe parece confirmar que el Ecuador está en un diálogo de
políticas con los funcionarios del Fondo, lo cual potencialmente podría
conducir a financiamiento.
El informe
destaca que el crecimiento del PIB, que había promediado 4.5 % anual en la
década pasada, caería en -0.6 % en el
2015, y un estancamiento (0.1 %) en el 2016. El ingreso per cápita por consiguiente
sufriría una contracción significativa en 2015-16.
El FMI
también destaca la caída de la tasa de pobreza (de 38 % en 2006 a 22.5 % en
2014), así como del coeficiente de Gini que mida la desigualdad (0.54 en 2006 a
0.47 en 2014). Esto podría revertirse
con la caída del ingreso per cápita.
El Fondo
considera que la recesión económica se deriva principalmente de la caída del
precio del petróleo, así como la apreciación real del tipo de cambio (del dólar
con respecto a otras monedas). La
situación se podría agravar por el posible
encarecimiento del crédito internacional, potencial presión domestica sobre el
sistema financiero, incertidumbre sobre las políticas económicas, y el posible
efecto de desastres naturales (El Niño y actividad volcánica). Un estudio adjunto señala que no se espera que el precio del petróleo
vuelva a los niveles de la primera mitad del 2014 en el futuro previsible
(“any time soon”).
Plantean
que cualquier brecha de financiamiento debería cerrarse recortando gastos no
esenciales y evitando “financiamiento de
corto plazo del Banco Central”. El
BCE ha estado proveyendo financiamiento directo al gobierno desde Octubre 2014,
así como a corporaciones públicas (CFN, etc.) lo cual genera dudas sobre la liquidez del Banco Central y su capacidad por
atender a necesidades de liquidez del sistema financiero, por lo cual el
FMI considera que dicho financiamiento debe descontinuarse.
Recomiendan
eliminar gradualmente las “salvaguardas”
comerciales y el impuesto a la
salida de divisas. Se debe racionalizar el gasto público, contener el
aumento de los sueldos en el sector público, continuar con el plan de reducir
los subsidios a los combustibles mientras se protege a los pobres; y mejorar la
recolección de impuestos.
Se propone reducir las rigideces en el mercado laboral,
incluyendo la reducción en el costo de despido; promover contratos de corto
plazo; facilitar la participación en la fuerza laboral (por ej., proveyendo
cuidado infantil). Se menciona que se requiere un ajuste (a la baja) de los
salarios reales, lo cual se dificulta en una economía dolarizada. Se anota
que el salario mínimo vital es muy superior al promedio de Brasil, Chile y
Colombia (las siguientes más altos en la Región); y también si se lo mide en
comparación el PIB per cápita. Desde el
2007 los salarios han aumentado muy por encima de la productividad.
Le preocupa
al FMI la liquidez, regulación y supervisión del sistema financiero. Recomienda levantar progresivamente las
“restricciones regulatorias a las actividades bancarias – especialmente topes a
las tasas de interés, penalidades a invertir las reservas en el exterior, y
requerimientos de liquidez doméstica”.
La “credibilidad en el sistema de moneda electrónica” debe asegurarse, y
se deben descontinuar los “prestamos dirigidos” por el sector público.
Recomiendan fortalecer aún más el sistema de control de lavado de activos, y
que se realice una nueva “Evaluación del Sistema Financiero” (FSAP), dado que
ha transcurrido mucho tiempo desde la última.
Los préstamos en mora han
mostrado una tendencia al alza (3.8 % en Julio 2015).
El FMI apoya
las reformas dirigidas a aumentar la productividad, aumentar la participación
del sector privado, atraer inversión extranjera directa, diversificar la
economía, y promover la integración comercial. El ranking del Ecuador en competitividad era
relativamente bajo, especialmente en las áreas de regulaciones a las empresas,
pago de impuestos, acceso a crédito y electricidad. El crédito al sector privado crecería a tasas ínfimas en 2015 (1.4 %)
y 2016 (2 %).
El déficit
del sector público no financiero alcanzaría 5.4 % en 2014, 5.1 % en 2015 y 3.7
% en 2016. La deuda publica alcanzaría 40.4 % del PIB en el 2016, superando el límite
legal (hay un asterisco que indica que el gobierno no cuenta en el saldo de
la deuda las pre-ventas petroleras, por lo cual conforme a la definición del
gobierno se alcanzaría 38.3 %). El saldo de la reserva internacional cubre
apenas 1.6 meses de importaciones de bienes y servicios; y se prevé que se
reduzca en 2015 y 2016.
Con
respecto a las propuestas de leyes de herencia y plusvalía, indica que se
encuentran entre las más altas del mundo; y que el gobierno las había retirado
por “oposición pública”.
El Fondo
pide más transparencia en las pre-ventas petroleras, atrasos de pagos de la
Secretaría de Hidrocarburos, prestamos emitidos al BCE, deuda de corto plazo, y
pasivos contingentes.
En una
matriz de riesgos y respuesta de políticas, se recomienda:
· Abrir
la inversión privada en el sector petrolero.
·
Recortar
el gasto público.
·
Asegurar
liquidez para el sistema financiero, reducir controles a tasas de interés.
·
Mejorar
la productividad, la competitividad y el clima de inversiones
·
Facilitar
los ajustes de sueldos y precios.
·
Diversificar la economía para reducir la dependencia en el
petróleo.
·
Tomar
medidas para mejorar el acceso al financiamiento internacional.
·
Asegurar
la estabilidad del sistema financiero.
·
Continuar
con la reducción de subsidios a los combustibles, permitiendo que los precios
reflejen niveles internacionales.
·
Reducir evasión y elusión en los
impuestos, así como
deducciones del impuesto a la renta.
Evitar “amnistías tributarias”.
·
Aumentar gradualmente la edad de
jubilación, atar
los beneficios de pensión a las contribuciones, y hacer esfuerzos para reducir
la informalidad del mercado laboral.
Los fondos
del IESS administrados por el BIESS alcanzaron $15.700 millones, de los cuales
$5.700
millones esta invertido en bonos del Estado.
En la Declaración
por el Director Ejecutivo que representa a Brasil, Ecuador y otros países
(Otaviano Canuto; y su asesor Francisco Rivadeneira), se destacan los riesgos
por la erupción del Cotopaxi y el fenómeno intensificado de El Nino. Cita uno de los estudios adjuntos en el
sentido de que “El Nino” de 1997-98 tuvo
un impacto de 2 % del PIB, y se espera que el de este año sea de similar
intensidad. Se informa que en el presupuesto
del 2016 se “racionalizan” ciertos subsidios. Se menciona que se piensa
impulsar la minería, así como las alianzas público-privadas. Se menciona que el acuerdo comercial con la Unión
Europea entrara en vigencia a mediados del 2016, y que se están negociando
otros acuerdos comerciales con Corea del
Sur, EFTA (países de Europa que no forman parte de la UE), y con varios países centroamericanos.
El FMI emitió
estudios (“staff papers”) sobre: la estabilidad macro-financiera; el sector
externo; comparación de los efectos del shock externo de 2008-09 con el de
2014-15; y sobre el sistema de pensiones de Ecuador (disponibles en su sitio
web: http://www.imf.org/external/country/ecu).
(*) Una versión
de este artículo aparecerá en el número de Noviembre-Diciembre 2015 de la
Revista Gestión de Ecuador. El autor
representó al Ecuador en el Directorio del FMI en el 2006. Las opiniones vertidas no reflejan aquellas de
ninguna institución.
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Friday, October 9, 2015
Anuncios de aumento de Financiamiento Climático en Reunión Ministerial de Lima
Algunos anuncios en la Reunión Ministerial sobre Financiamiento Climático (FC) de Lima, que tuvo lugar el 9 de octubre al margen de la Asamblea Anual del Banco Mundial y el FMI:
- Bancos Multilaterales de Desarrollo aumentarán FC en $15 mil millones (nota de AFP):
- Banco Mundial aumentará FC a 28 %
- Banco Europeo de Inversiones aumentará FC a 35 % en sus prestamos a países en desarrollo.
- Banco Interamericano de Desarrollo (BID) duplicará FC (de 14 % a 25-30 %).
- Banco Africano de Desarrollo aumentará FC a $5 mil millones
- Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo aumentará a 40 %
- El Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, hizo un llamado para una senda creíble para alcanzar la meta de $100 mil millones anuales en el 2020.
"“The first step must be a politically credible trajectory for mobilizing $100 billion dollars per annum by 2020. The methodology for deciding what is climate finance, and how private finance is counted, needs to be developed by all concerned – developed and developing countries alike,” Mr, Ban told a gathering of Climate Finance Ministers in Lima, Peru."
Ademas de los recientes anuncios por parte de Alemania, Francia y Reino Unido de aumentos significativos en su FC, durante la Reunión hicieron anuncios similares Holanda (aumento a $550 millones anuales), Suecia y la Unión Europea.
Se presentaron los estudios de OCDE/CPI sobre FC movilizado por los países desarrollados, y de Naciones Unidas sobre FC privado.
Se formó el Grupo de Ministros de Finanzas de los Países Mas Vulnerables, dentro del cual participa Costa Rica.
El FMI hizo un llamado a la adopción de un impuesto al carbono.
Aquí un resumen de Reuters:
Thursday, October 8, 2015
OECD and CPI estimate climate finance in 2014 at $62 billion
The OECD and Climate Policy Initiative (CPI) have just released in Lima a report on mobilized climate finance provided to developing countries.
They estimate that the total for 2014 was $62 billion, which is getting closer to the $100 billion per year committed by Developed Countries at Copenhague and Cancun.
This report is a very detailed, robust and transparent exercise. It presents the most reliable figures available concerning climate finance.
- It is a remarkable improvement over previous studies, since it does not "estimate" a "leverage factor" of private financing, but rather counts the private co-financing project by project.
- Multilateral financing is adjusted to reflect the part that may be "attributed" to developed countries.
- It excludes some amounts of finance for coal power plants (that had previously been reported by Japan and Australia).
- The part considered as official development assistance (grants and concessional loans) is estimated at $ 20 billion.
In summary, I think it is a significant improvement over previous studies.
INFORME DE LA OCDE Y CPI SOBRE FINANCIAMIENTO CLIMATICO
La OCDE y la Iniciativa de Políticas Climáticas (CPI) acaban de presentar en Lima un informe sobre financiamiento climático provisto a los países en desarrollo.
Estiman que el flujo total de recursos movilizados en el 2014 fue de $62 mil millones, lo cual ya se va aproximando a la meta de $100 mil millones anuales comprometido para el 2020 por los países desarrollados en Copenhagen.
A mi me parece un informe muy detallado y robusto. Presenta las cifras mas confiables disponibles en cuanto a financiamiento climático.
- Es un avance notable con respecto a estudios previos, dado que no "estima" un "apalancamiento" (leverage) de financiamiento privado, sino que calcula el co-financiamiento, proyecto por proyecto.
- el financiamiento multilateral es ajustado por la parte que se puede "atribuir" a los países desarrollados.
- se excluyen ciertas formas de financiamiento reportadas (por Japón y Australia) para plantas generadoras de carbón (!).
- la parte considerada como Asistencia Oficial al Desarrollo (donaciones y prestamos concesionales) se estima en unos $20 mil millones.
En resumen, me parece un buen avance con respecto a estudios anteriores.
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Sunday, September 6, 2015
Por qué no conviene construir un metro subterráneo en Quito
Una versión de este Articulo fue publicado en la Revista Gestión de Ecuador en su edición de Mayo 2014.
Por qué no
conviene construir un metro subterráneo en Quito
Por Luis Fierro Carrión (*)
El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito ha venido promoviendo
la construcción de una línea de metro subterránea de 22 kilómetros; si bien
durante la Administración de Augusto Barrera no se contrató ni se inició la
construcción de los túneles ni la maquinaria, si se inició la construcción de
dos de las terminales previstas.
No obstante, una revisión de la
literatura sobre costos comparativos entre los diversos sistemas de transporte
público arroja una conclusión muy clara: un metro subterráneo es el sistema más
costoso, y además son proclives a sobreprecios y demoras sustanciales en la
construcción. Por ende, muchas ciudades
del tamaño de Quito (en Europa y América del Norte) han optado más bien por
sistemas de trenes eléctricos ligeros de superficie o tranvías (como incluso lo
va a hacer Cuenca).
Argumentos Económico-Financieros:
Un sistema de metro subterráneo es excesivamente costoso, tiene un valor
de entre $60 y $330 millones por kilómetro, y el valor tiende a subir para
ciudades como Quito, expuestas a desastres naturales (sismos, erupciones
volcánicas, inundaciones, deslaves de tierra, etc.).
De acuerdo a un sitio especializado, “Una línea de metro subterránea de
dos carriles en una ciudad densamente poblada, con condiciones geológicas
difíciles, que requiere técnicas de construcción anti-sísmicas, tracción
eléctrica, inmunidad a tifones y alta humedad, especificaciones tecnológicas
avanzadas, y trenes de una alta capacidad de pasajeros, podría costar $200
millones por kilómetro. Una de las
líneas más caras construidas fue la extensión de la Línea del Jubileo en
Londres. Esta costo US$ 330 millones por
kilómetro debido a su ingeniería civil difícil, sus estaciones grandes y
finamente construidas, sus equipos adicionales de seguridad, y sus costos
financieros” (trad. del autor, http://www.railway-technical.com/finance.shtml).
El Metro de Copenhague, actualmente en construcción, cuesta $247
millones por km (es un caso similar al Metro propuesto en Quito, dado que tiene
16 km subterráneos).
Copenhagen
|
2011-2018
|
New Metro line
|
$247.5million
|
16 kms
|
All
underground
|
En contraste, un tren eléctrico ligero de superficie (también conocido como tranvía) cuesta entre $10 y $30 millones por km, es decir alrededor de la décima parte (http://en.wikipedia.org/wiki/Light_rail).
Por ejemplo, el sistema de tren ligero de superficie de Calgary
(“C-Train”) costó $24 millones por milla, equivalente a $15 millones por
km. Con un volumen de pasajeros de
300.000 por día, el costo operativo es de apenas 27 centavos por pasajero.
Los trenes ligeros de superficie
tienen una productividad y eficiencia similares a los de los metros
subterráneos, pero a una fracción del costo. En EE.UU., ya
hay 30 ciudades con sistemas de tren ligero modernos (construidos en los
últimos 36 años).
Otro estudio académico comparó específicamente los costos por tipo de
sistema, y encontró que los trenes ligeros de superficie cuestan entre la
décima y la sexta parte, en promedio, que aquellos subterráneos (http://goo.gl/TAiqUN).
La tabla indica que, en promedio, los trenes de superficie costaron
entre $15-30 millones por km (incluyendo estaciones); mientras que los
subterráneos costaron de $60 a 180 millones por km.
Para los proyectos en América Latina, los precios fluctuaron entre $43
millones por km en México (55 % a nivel de superficie) y $98 millones por km
para un Metro 100 % subterráneo en Caracas.
Se ha planteado incluso construir túneles en los terrenos del antiguo
aeropuerto, pese a que en dicha zona no existe ninguna construcción ni vía
actualmente, por lo cual evidentemente no habría ningún inconveniente de que
por lo menos en este tramo el sistema de transporte sea de superficie.
Sostenibilidad financiera:
Para el Metro de Quito se ha obtenido financiamiento externo equivalente
a unos $920 millones (y posiblemente más, si se obtiene financiamiento de
proveedores). Si estimamos una tasa de
interés promedio del 5 %, esto implica unos $46 millones anuales solo en pago
de intereses. Si estimamos un plazo de
20 años para el pago del principal, este seria otros $46 millones, es decir en total $92 millones anuales solo
para los costos financieros (y esto asumiendo que la diferencia sea provista
como un subsidio por el gobierno central).
Si se logra atraer un promedio de 300.000 pasajeros por día (incluyendo
fines de semana), lo cual luce algo optimista, significaría que solo para
cubrir el costo financiero se requeriría un pasaje de 85 centavos por día, y
esto sin contar el costo operativo (mano de obra, electricidad, mantenimiento,
depreciación, seguro, etc.). Si el
gobierno central no subsidia el costo de construcción por encima de los $920
millones (es decir, unos $580 millones, o probablemente más, dado un potencial
sobrecosto), así como los gastos operativos, luce improbable que el pasaje pueda
ser inferior a $2 por viaje ($4 ida y vuelta; en ciudades como Washington D.C.
dicho costo alcanza hasta $11.50 para viajes de ida y vuelta
http://www.wmata.com/fares/metrorail.cfm).
En contraste, sería viable un pasaje de $0.50 para el tren ligero de superficie
(incluso sin subsidio).
En el “Análisis de Alternativas” efectuado por el Municipio, se descarta
la opción de tren ligero, argumentando que estos tienen una capacidad máxima de
20.000 pasajeros por hora y por dirección
(http://goo.gl/6qXqzM).
Esto no es correcto: si se requieren más
pasajeros, se aumentan los vagones o las líneas. Como se indicó previamente, en el tren ligero
de Calgary se movilizan 300.000 pasajeros diarios, lo cual es el volumen proyectado
para Quito.
Riesgos por desastres naturales
Quito es una ciudad muy expuesta a múltiples desastres naturales, la
mayoría de los cuales se verán exacerbados por el calentamiento global.
Para comenzar, hay un riesgo
sísmico significativo. En el estudio
de impacto ambiental preparado para el Metro, en su capítulo de riesgos, indica
que Quito se ha visto afectado por seis sismos de gran magnitud desde la época colonial;
y tres sismos de mediana intensidad desde 1987 (http://goo.gl/zewh0W). La necesidad
de construir túneles con características anti-sísmicas elevará el costo de la
construcción.
Aparejado a lo anterior hay riesgos
volcánicos. Quito está rodeado de 13
volcanes activos, de los cuales el más cercano, el Guagua Pichincha, tuvo
erupciones en 1999; y el Reventador se encuentra activo en la actualidad.
Aparte de los riesgos sísmicos derivados de erupciones, podría producirse
caídas de ceniza, flujos piroclasticos, flujos de escombro y lodo (lahares),
etc.
También hay riesgos severos por inundaciones
(de hecho, cuando hay lluvias significativas se inundan hasta los pasos a
desnivel); así como de deslaves, derrumbes, hundimientos, y otros fenómenos de
remoción en masa.
El Huracán Sandy, en EE.UU., por ejemplo afecto severamente al metro subterráneo
de Nueva York, con muchas estaciones y túneles inundados (http://goo.gl/Qq6P9d).
El estudio citado parece minimizar dichos riesgos, aunque, en la práctica,
podrían ser muy significativos y severos. Todos estos riesgos, por supuesto, son más
severos para un Metro subterráneo con túneles, que para un tren ligero de
superficie.
Riesgos arqueológicos
Es muy probable que al excavarse túneles para un Metro subterráneo se
encuentren restos arqueológicos y paleontológicos importantes; adicionalmente,
la construcción podría afectar zonas coloniales y monumentales, tales como las
Plazas de San Francisco, Santo Domingo, y otras áreas sensibles. Esto se recoge en otro capítulo del Informe
de Impacto Ambiental del proyecto (http://goo.gl/wGAEOf).
Si se opta por un tren ligero de superficie, el impacto en estos
aspectos será mínimo, y en la práctica probablemente positivo, por reducirse la
contaminación por tráfico de vehículos de combustión (que genera partículas que
deterioran los monumentos y edificaciones coloniales).
Riesgos de demora en construcción y sobreprecio
Por lo que se ha visto previamente, es muy improbable que una línea de
22 km pueda costar $1.500 millones. Es
muy probable que ya en la fase de construcción el precio ascienda a por lo
menos $100 millones por km (dadas los riesgos sísmicos, volcánicos y de
inundaciones ya mencionados), con lo cual el precio de la primera línea se
elevaría a $2.200 millones.
[Nota: a septiembre del 2015, el precio en efecto se ha elevado por encima de los $2 mil millones]
Por otra parte, dados los riesgos, las características geológicas, los
temas arqueológicos y paleontológicos, y factores políticos, es muy probable
que la construcción de un Metro subterráneo se demore en el tiempo. Un tren elevado en Lima (que es más fácil
construir que uno subterráneo) se demoró 26 años en construir una línea de 21
km (http://goo.gl/GqWy4M).
Un caso incluso más alarmante es el de la línea de metro “Second Avenue Subway” en
Nueva York, que ya se ha demorado 90 años en construcción, y cuya primera fase,
de 2 km y 3 estaciones, terminará costando $4.500 millones. Toda la línea, de 13.7 km, va a costar $17
mil millones (es decir, $1.240 millones por km). (http://goo.gl/QsRpqU).
En contraste, los trenes ligeros de superficie se pueden construir de
manera relativamente rápida, ya que no implican la construcción de túneles ni
estaciones muy complejas. Por ejemplo,
el tren ligero de la Ciudad de Denver terminó
costando menos que lo presupuestado, y se terminó de construir 22 meses antes
de lo previsto (http://en.wikipedia.org/wiki/Light_rail).
Riesgos políticos
Hay numerosos potenciales riesgos políticos de persistir en el proyecto
de construir un Metro subterráneo:
- El Gobierno Central puede reducir o eliminar su subsidio.
- Es muy probable que se produzca un sobreprecio, y con ello se dificulte continuar el financiamiento o incluso terminar la construcción.
- Es muy probable que haya demoras significativas en la construcción.
- Es muy probable que el pasaje sea mucho más alto que el proyectado, a menos que el Gobierno Central ofrezca un subsidio para cubrir gastos operativos (lo cual parece improbable); lo cual podría traer consecuencias sociales y políticas adversas.
- Es probable que el proyecto se vea afectado por desastres naturales (terremotos, inundaciones), sea en la fase de construcción, o en la fase operativa. Estos podrían ocasionar muertes y heridos, o dejar atrapados a pasajeros en los túneles, todo lo cual tendría un impacto severo.
Cambio de Planes
Por ende, sería oportuno que la nueva Administración Municipal modifique
los planes y proceda a rediseñar el sistema de transporte público como un
sistema de trenes ligeros de superficie (y fortalecer y extender las líneas de
buses articulados). Por un presupuesto total
menor, se podrían construir varias líneas, incluyendo extensiones hacia el
Norte, el Sur, hacia el Valle de Tumbaco y hacia el Nuevo Aeropuerto.
Es probable que se pueda renegociar con las entidades que han concedido préstamos,
para que financien el proyecto re-estructurado.
Es probable que éstas aceptarían, dado que el perfil de flujos de
ingresos y gastos, es mucho más sostenible financieramente; y los riesgos se
mitigarían y reducirían significativamente.
La construcción de un tren ligero será más rápida, y mucho menos
costosa, que la alternativa. A los
potenciales usuarios del sistema les dará igual que sea subterráneo o de
superficie (los sistemas de superficie suelen ser incluso más estéticos e
higiénicos), y preferirán un sistema menos costoso y que esté listo más
rápidamente (dado que transporte en Quito está llegando a niveles de colapso).
(*) Las opiniones vertidas en este artículo son personales y no representan aquellas de cualquier institución.
Monday, August 17, 2015
Vivituario, homenaje a mis padres: Gustavo Adolfo Fierro y Fanny Carrión de Fierro
Vivituario, homenaje a mis padres: Gustavo Adolfo Fierro y Fanny Carrión de Fierro
Por Luis Fierro Carrión
Hace unos días fui al funeral de mi querida suegra, y recordé que me había propuesto, hace algún tiempo, escribir un “vivituario” u homenaje en vida a mis padres, algo que ellos pudiesen leer mientras todavía gozan de plena lucidez y uso de sus extraordinarias facultades.
(Es algo curiosa la costumbre de dejar para después de que alguien ha fallecido el describir sus virtudes y cualidades).
Mis padres son, con lejos, las personas más brillantes, generosas, sabias y amables que conozco. Supongo que todos los hijos dirán cosas similares, al igual que todos los padres dirán que sus hijos son los más inteligentes, altruistas, desprendidos y empáticos. Pero resulta que ambas afirmaciones son literalmente ciertas en mi caso – me imagino que mis hijos heredaron dichas virtudes y cualidades de sus abuelos.
Recuerdo que cuando era adolescente, e iba a fiestas, mi padre insistía en irme a recoger a cualquier hora del día o de la noche, y no solo que me llevaba a casa, sino que iba a repartiendo por todo Quito a mis amigos que cabían en el carro. Decía que prefería hacer esto antes que tener la preocupación de que algo me pudiese ocurrir – y esto en el Quito franciscano y relativamente tranquilo de finales de los setenta e inicios de los ochenta (ahora quizás sería una precaución necesaria).
A lo largo de mi vida, he sido el beneficiario de actos de generosidad y desprendimiento realmente extraordinarios. Aparte de la beca de la cual disfruté en la Pontificia Universidad Católica de Quito por el mero hecho de ser hijo de dos profesores de la PUCE, cuando fui a mis posgrados en las Universidades de Oregón y Texas – y ante las modestas becas que obtuve de dichas universidades – mis padres haciendo un inmenso esfuerzo y sacrificio pudieron prestarme una suma considerable, que solo la terminé de pagar cuando había ingresado a trabajar en un organismo internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo.
Una de las primeras casas en las cuales viví después de casarme fue la casa de la Andalucía, casa en la cual yo mismo había vivido desde que nací y en mi infancia, y por la cual me cobraban un “arriendo” simbólico. Igualmente, me “vendieron” mi primer vehículo, una camioneta Nissan convertida en station wagon, por una suma igualmente simbólica (y que al venderla antes de ir a Oregón -por un monto mayor- también me permitió enfrentar ciertos gastos del viaje e instalación). En cada ocasión de mi vida en que les he pedido apoyo (para adquirir bienes inmuebles, por ejemplo), me han prestado dinero de manera gustosa y desinteresada.
Más recientemente, decidieron donarnos en vida a sus hijos todos los bienes y activos que ellos habían acumulado en décadas de ahorro y sacrificio – en mi caso, heredé la misma casa de la Andalucía que había visto mis primeros pasos y los primeros pasos de mis hijos. Estas donaciones, por cierto, antes de que se generase el incentivo de las confiscatorias propuestas de leyes de herencia y plusvalía del actual gobierno.
Pero más allá de los bienes materiales, que obviamente agradezco mucho, han sido siempre extraordinariamente generosos con su tiempo, su sabiduría, sus consejos, y su orientación. Cada vez en mi vida en que me he encontrado ante una encrucijada o dilema, mi primera llamada ha sido a ellos, y siempre, de la manera más sutil y afectuosa, me han guiado hacia la decisión correcta.
(Por ello, y por muchas otras razones, no me puedo imaginar siquiera que haré cuando ya no estén).
En términos más generales, han demostrado, con su ejemplo, cómo se debe llevar una vida de solidaridad, de altruismo, de entrega a los demás, de aportar a construir un país y un mundo mejor.
Mi padre dice que recuerda que, cuando él tenía cinco años, ya daba clases de alfabetización a adultos analfabetos. Es decir, ya ha cumplido 75 años de desempeñar aquella noble profesión de maestro, de profesor, lo cual seguramente debe ser un récord Guinness. Hasta ahora sigue dando clases en la Universidad San Francisco de Quito.
Junto con mi madre, han enseñado a miles, o quizás decenas de miles, de estudiantes universitarios, tanto en el Ecuador como en Estados Unidos, cuando han estado como profesores visitantes. Hasta ahora reciben mensajes y cartas de estudiantes muy agradecidos, quienes recuerdan que sus enseñanzas y lecciones fueron importantes en sus vidas. En innumerables ocasiones amigos y conocidos me han comentado que ellos han sido los mejores profesores que han tenido. Si bien nunca tuve el privilegio de tomar alguna de sus clases, si me beneficié, por supuesto, de la instrucción impartida en el seno del hogar (y de los esfuerzos de mi madre por mejorar mi ortografía, aunque le absuelvo de toda culpa de mi persistencia en ciertos errores).
Mi madre ha escrito y publicado numerosos libros y ensayos, incluyendo varios poemarios, un libro de cuentos, varios libros de crítica literaria y ensayos sobre humanismo y política. Ha recibido varios premios literarios, incluyendo el Premio Nacional de Poesía Gabriela Mistral (1958, 1961, 1981 y 1985); el Premio Nacional de Poesía del Ecuador (1962); el Premio de Poesía "Juana de Ibarbuoru", Montevideo (1995), y el Premio a la Investigación otorgado por la Asociación de Profesores de la PUCE a su ensayo titulado "José de la Cuadra, precursor del Realismo Mágico Hispanoamericano" en 1986, que fue publicado como libro en 1993. Para más detalles sobre sus logros como escritora, académica y profesional, ver: https://sites.google.com/site/fannycarriondefierro/
Mi padre ha escrito varios libros y artículos sobre lingüística, ha traducido varios libros, y ha publicado decenas de artículos sobre temas educativos, sociales, literarios, etc. Ver detalles en: https://sites.google.com/site/luisfierro/gustavofierro
Menciono en particular sus publicaciones, por aquel dicho de que para trascender en la vida hay que plantar un árbol, tener un hijo, y escribir un libro. Pues mis padres han escrito varios libros, tuvieron varios hijos (y ahora nietos), y han plantado muchos árboles, tanto en el sentido literal como figurativo. Adicionalmente, diría que su labor como profesores también permitirá que sus enseñanzas y ejemplo perduren en el tiempo.
Si bien mi hermano Gustavo Fierro Carrión, además de médico, es profesor universitario, la verdad es que a mí nunca me entusiasmó ser profesor (aunque seguí los pasos de mi padre, un poco más tardíamente, alfabetizando cuando tenía unos quince años; y fui instructor y asistente de cátedra en la Universidad de Texas, mientras cursaba mis estudios). La fascinación con los idiomas y la traducción la heredó mi hermana, Patricia Fierro, quien ahora es traductora a tiempo completo de inglés, portugués y francés. También ha trabajado ocasionalmente como profesora de idiomas y traducción.
Pero sí me inspiraron mucho sus valores y ética, es decir dedicar la vida a tratar de contribuir a hacer del Ecuador, de América Latina, y del mundo, un mejor lugar para vivir, y cuidar del medio ambiente. He intentado promover el desarrollo económico, social y ambiental de América Latina y el Caribe, y actualmente me dedico a combatir el cambio climático. Siguiendo los pasos de mis padres, he publicado algunos libros y artículos, aunque no suficiente de ficción, como quisiera en el futuro.
Mi padre obtuvo un Ph.D. en Lingüística de la Universidad de Georgetown, uno de los primeros ecuatorianos en obtener un Ph.D. en cualquier campo (también una Maestría en Literatura de Western Michigan University y una Maestría en Lingüística de UCLA). Mi madre un Doctorado en Literatura de la PUCE, y una Maestría de la Universidad de California en Berkeley. Siempre han valorado mucho la educación, como debe ser obvio, y sus hijos obtuvimos posgrados. Mi hijo Pablo Fierro ha seguido los pasos de sus abuelos, obtuvo hace poco una Maestría en Literatura Inglesa, y también ha enseñado. Mis dos hijos, Juan Fernando y Pablo Antonio, han publicado cuentos, poemas, y han pintado cuadros (algo que mi madre también ha hecho).
En fin, todo lo que tengo y lo que soy se lo debo a mis padres. Les guardo una inmensa gratitud. No podría haber tenido mejores padres. Les amo.
Thursday, August 6, 2015
Por qué París no será Copenhague: importancia de INDCs en el acuerdo de Paris de cambio climático
Por Luis Fierro Carrión, Asesor en Financiamiento Climático de AILAC (*)
Hasta el 6 de Agosto, 52 Partes han presentado sus “Contribuciones Nacionalmente Determinadas previstas” o INDCs (por su sigla en inglés).
Esto es esencialmente como fueron diseñados las INDCs, y la forma en que han estado funcionando hasta ahora. Hasta el 6 de agosto, se han presentado 23 INDCs (en representación de 52 Partes, ya que la UE incluye sus 28 Estados miembros), que reflejan el 58% de las emisiones totales. De los principales emisores, China, los Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Japón, México, Canadá y Corea del Sur ya han presentado sus INDCs. Todavía faltan entre los grandes emisores: Australia (el único gran emisor desarrollado que falta), India, Brasil, Indonesia, Irán, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Ucrania y Tailandia.
Entre los países en desarrollo, los siguientes ya han presentado sus INDCs: China, Etiopía, Gabón, Islas Marshall, México, Marruecos, Kenia, Singapur y Trinidad y Tobago. De éstos, las Islas Marshall es el primer país en desarrollo que se ha comprometido a una meta absoluta de reducción de emisiones, lo cual quiere decir que sus emisiones ya han alcanzado un máximo y de aquí en adelante solo pueden reducirse. Esto es de una gran importancia, dado que hasta el momento este tipo de meta de reducción de emisiones solo se había presentado entre los países desarrollados.
China no propone una reducción de las emisiones, sino más bien llegar a un pico de emisión en 2030 (con su “mejor esfuerzo” para alcanzar su punto máximo antes). China también se ha comprometido a alcanzar un 20% de su energía de fuentes bajas en carbono para el año 2030, y reducir las emisiones por unidad de PIB en un 60 a 65% de los niveles de 2005 para el año 2030.
No está claro cómo se reforzarían las contribuciones “previstas” para cerrar la “brecha de la ambición”. Algunas Partes (incluyendo AILAC) han propuesto un proceso robusto de revisión ex – ante, pero las Partes solo pudieron alcanzar el acuerdo de permitir al Secretariado de la CMNUCC el preparar un informe de síntesis del esfuerzo agregado de los INDC, que debe publicarse hasta el 1 de Noviembre. También habrá una revisión informal en Marruecos en Octubre.
El Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC) en su Quinto Informe de Evaluación (AR5) estima que se requieren reducciones de un 40 a un 70% de las emisiones de GEI para el año 2050 en comparación con 2010, y niveles de emisiones cercanas a cero o menos en 2100, con el fin de mantener el aumento de temperatura a menos de 2 grados (http://goo.gl/b63SI9).
Mientras que los principales países desarrollados están reduciendo sus emisiones, algunos emisores importantes en el mundo en desarrollo siguen aumentando las suyas. La India no ha anunciado todavía “un año pico”, citando a los imperativos de crecimiento y desarrollo económicos.
Acuerdo de París
De cualquier manera que se finalicen las INDCs y se establezcan los compromisos de mitigación, estas contribuciones tienen que ser una parte integral del acuerdo jurídicamente vinculante que se adoptará en París en la CoP21. Debe haber una fuerte obligación legal para implementar y alcanzar las metas establecidas en los documentos nacionales de compromiso. Esto, sin importar la manera en que se inscriban los compromisos, sea un anexo, una tabla o un registro en línea.
El hecho de que ya están sobre la mesa un número importante de INDCs, ha dado tanto a los gobiernos nacionales como a actores no estatales razones para estar relativamente optimistas sobre el resultado en París. Pero la decisión más importante todavía está por llegar: un acuerdo legal que haga vinculantes a los INDCs será la mejor manera de aumentar la confianza en el proceso multilateral.
Laurence Tubiana, delegada especial del clima de Francia (Presidencia de la CoP21), indica que “Esto es algo muy nuevo. Este es un proceso en el que los países hacen progresivamente más y más con el tiempo. Se trata de un proceso de transformación largo y profundo que se extenderá durante los próximos 40 a 50 años y más allá. Necesitamos un marco normativo claro para alcanzar eso.” (http://goo.gl/s08s47).
Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, confía en que la CoP21 cumplirá su objetivo de llegar a un acuerdo sobre las medidas para limitar el calentamiento global a 2ºC. “Las estrellas se están alineando hacia un acuerdo de París que establecerá una vía que nos mantenga dentro del límite de 2ºC. Lo que es novedoso aquí es que todo el mundo se está dando cuenta de que es un momento muy, muy urgente en la historia de la lucha contra el cambio climático. Que este es un momento en que no podemos darnos el lujo de perder el tiempo. Y porque todo el mundo se moviliza en la misma dirección, en realidad tenemos una muy buena oportunidad de hacer algo significativo.” (http://goo.gl/n3apmE).
Uno de los elementos fundamentales para alcanzar un resultado ambicioso y efectivo en Paris es la provisión de financiamiento climático. La provisión de fondos para el clima a los países en desarrollo será indispensable para lograr la reducción de las emisiones que se requiere, y también para construir la confianza con el fin de celebrar un acuerdo exitoso en París.
Según el IPCC AR5, “Para los escenarios de mitigación que estabilicen las concentraciones en el rango de 430 a 530 ppm de CO2-eq para el 2100, las inversiones anuales en el suministro de electricidad de bajo carbono y la eficiencia energética en los sectores clave (transporte, industria y edificios) se proyectan en varios cientos de miles de millones de dólares al año antes de 2030. Dentro de entornos propicios adecuados, el sector privado, junto con el sector público, puede desempeñar un papel importante en la financiación de la mitigación y la adaptación “(goo.gl/b63SI9).
Se estima que los países en desarrollo necesitarán $ 350 mil millones al año para la mitigación, más $ 70- $ 100 mil millones adicionales por año para la adaptación al cambio climático. Además, si los impactos del cambio climático siguen aumentando, será necesaria una mayor financiación para hacer frente a “las pérdidas y los daños” de los desastres relacionados con el clima, como huracanes, inundaciones, sequías y el aumento del nivel del mar.
Los países desarrollados ya se han comprometido a “movilizar conjuntamente” $ 100 mil millones por año en el financiamiento climático para los países en desarrollo, incluidos los fondos privados apalancadas con recursos públicos; pero todavía hay falta de claridad de cómo se alcanzará esta meta
a) Una meta cualitativa a largo plazo sobre los medios de implementación: “todas las inversiones deben convertirse progresivamente en bajas en nivel de emisiones y resistentes a los impactos climáticos, contribuyendo a la necesaria transformación hacia el desarrollo sostenible y el logro de la meta de mantener la temperatura media global aumentar por debajo de 2 ºC o 1,5 ºC, así como construir economías, sociedades y ecosistemas que sean resistentes al cambio climático” (del texto de negociación, http://goo.gl/JeuL68).
b) Una “meta cuantificada colectiva a corto plazo se determinará cada cinco años a partir de 2020 sobre la base de un piso de 100 mil millones de dólares por año, con el fin de mejorar la previsibilidad de la provisión de fondos para el clima, indicando niveles específicos de financiación de fuentes públicas a ser provistas”.
c) “Cada país desarrollado y otras Partes que estén en condiciones de hacerlo, se comprometen a comunicar de forma anual / bienal en el período posterior a 2020, la contribución financiera cuantificada que proporcionará en apoyo a los países en desarrollo en la aplicación efectiva de las acciones de mitigación y adaptación, a la luz de la meta de transformación establecida en el artículo anterior y el objetivo global establecido en el artículo 5.3″. Esto podría basarse en la experiencia de los documentos de “Estrategias y enfoques” para aumentar el financiamiento climático, mediante la inclusión de información a priori sobre los fondos que serán provistos.
d) Fortalecer las Entidades del Mecanismo Financiero de la Convención, incluido el Fondo Verde Climático (GCF), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Fondo de Adaptación (FA).
e) Desarrollar nuevos mercados de carbono para la el intercambio de certificados de reducción de emisiones (varias de las INDCs incluyen un componente vinculado a un mecanismo de mercado). Esto podría basarse en el mecanismo existente en el marco del Protocolo de Kioto.
En conclusión, mientras que se ha alcanzado avances con la presentación de las INDCs, todavía hace falta alcanzar el Acuerdo de Paris, que asegure la integridad ambiental y la ambición de los compromisos de reducción de emisiones (información ex – ante, metas cuantificables y comparables, ciclos con un periodo común, reglas de contabilidad, evaluación ex – ante y revisión ex –post, etc.).
(*) Las opiniones expresadas en este artículo son del autor y no reflejan necesariamente la posición de los países miembros del Grupo AILAC. Una versión de este artículo aparecerá en la Revista "Gestión" de Ecuador. Una versión previa del artículo también fue publicada en el blog de AILAC: http://ailac.org/por-que-paris-no-sera-copenhague-la-importancia-de-las-indcs-en-el-acuerdo-de-paris-de-cambio-climatico/
Hasta el 6 de Agosto, 52 Partes han presentado sus “Contribuciones Nacionalmente Determinadas previstas” o INDCs (por su sigla en inglés).
Las INDCs son las promesas de acciones para enfrentar el cambio climático que todas las Partes en la CMNUCC están haciendo, antes de la 21ª Conferencia de las Partes (COP21) en París. Los países acordaron en COP19 (2013) presentarlos antes de la COP21 (diciembre de 2015).
Como tales, son una manera de poner en práctica lo que los académicos habían determinado que era la mejor solución cooperativa en un enfoque de teoría de juegos para las negociaciones sobre el cambio climático.
Por ejemplo, Peter Wood, en un informe de investigación de 2010 sobre “Cambio Climático y la teoría de juegos” (https://goo.gl/CP0yAl), concluyó lo siguiente:
“En su forma más simple, la mitigación del cambio climático es un dilema del prisionero. El dilema del prisionero tiene un equilibrio de Nash que involucra a jugadores que actúan de una manera no cooperativa que es socialmente sub-óptima. Cuando los países tienen una opción continua en cuánto a contaminar, el equilibrio de Nash implica mucha más contaminación de lo que es óptimo… Hay varios resultados sobre mecanismos que implementan un resultado cooperativo a través de sub-juegos de equilibrio perfecto cuando hay un dilema social. Estos incluyen juegos de suscripción (Ejemplo 4.2), la negociación sobre la base de propuestas confirmadas (Ejemplo 4.3), y enfoques donde los países ‘igualan’ compromisos de reducción de la contaminación del otro (Ejemplo 4.4)… Esto sugiere que los países están dispuestos a aumentar su compromiso de reducción de emisiones si otros hacen lo mismo, haciendo más probable la cooperación. También sugiere que la cooperación sería más probable si existiera un mecanismo internacional que permita a los países hacer un compromiso condicional vinculante.”
En otras palabras, la cooperación en reducir las emisiones sería más probable si existiese un mecanismo internacional vinculante para permitir a los países proponer un “compromiso condicional vinculante”, y que otros países puedan “igualar” estos compromisos.
Esto es esencialmente como fueron diseñados las INDCs, y la forma en que han estado funcionando hasta ahora. Hasta el 6 de agosto, se han presentado 23 INDCs (en representación de 52 Partes, ya que la UE incluye sus 28 Estados miembros), que reflejan el 58% de las emisiones totales. De los principales emisores, China, los Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Japón, México, Canadá y Corea del Sur ya han presentado sus INDCs. Todavía faltan entre los grandes emisores: Australia (el único gran emisor desarrollado que falta), India, Brasil, Indonesia, Irán, Arabia Saudita, Sudáfrica, Turquía, Ucrania y Tailandia.
Entre los países en desarrollo, los siguientes ya han presentado sus INDCs: China, Etiopía, Gabón, Islas Marshall, México, Marruecos, Kenia, Singapur y Trinidad y Tobago. De éstos, las Islas Marshall es el primer país en desarrollo que se ha comprometido a una meta absoluta de reducción de emisiones, lo cual quiere decir que sus emisiones ya han alcanzado un máximo y de aquí en adelante solo pueden reducirse. Esto es de una gran importancia, dado que hasta el momento este tipo de meta de reducción de emisiones solo se había presentado entre los países desarrollados.
Los países miembros de AILAC han reafirmado su compromiso de presentar sus INDCs antes de octubre, a tiempo para la recopilación de la Secretaría (http://goo.gl/6YRoYY). El Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció al Congreso de su país que Colombia reduciría sus emisiones en 20 %.
El siguiente gráfico, desarrollado por el Instituto Mundial de Recursos (WRI por su sigla en inglés), ilustra los 18 mayores emisores, destacando en particular los 10 mayores emisores (y a que sectores corresponden dichas emisiones).
Los diferentes promesas de mitigación son difíciles de comparar, ya que utilizan diferentes años de base, diferentes años finales, y en algunos casos no se cuantifican los objetivos de reducción de emisiones en toda la economía, sino más bien desviación de las proyecciones de “negocios como siempre” (“business as usual”); o un objetivo de intensidad de carbono (reducir las emisiones de CO2 por unidad de PIB).
Suiza propone una reducción del 50% de los gases de efecto invernadero (GEI) para el año 2030, a partir de 1990; la Unión Europea, Noruega y Liechtenstein proponen una reducción del 40% en los GEI entre 1990 y 2030. Estados Unidos propuso una reducción de 26 a 28% entre 2005 y 2025. Nueva Zelanda propuso una reducción del 30% en 2030, basado en un año base de 2005; esto se ha estimado como una reducción del 11% a partir de 1990. Canadá también propuso un recorte del 30% desde 2005 hasta 2030.
Rusia propuso una reducción de 25 a 30% de 1990 a 2030; Sin embargo, dado que las emisiones se redujeron después de 1990 (después de la caída de la Unión Soviética), esta meta podría implicar un aumento del 41% en las emisiones entre 2012 y 2030. Este es un ejemplo de como la manera en que las propuestas son formuladas puede conllevar un aumento de emisiones, en lugar de una reducción.
China no propone una reducción de las emisiones, sino más bien llegar a un pico de emisión en 2030 (con su “mejor esfuerzo” para alcanzar su punto máximo antes). China también se ha comprometido a alcanzar un 20% de su energía de fuentes bajas en carbono para el año 2030, y reducir las emisiones por unidad de PIB en un 60 a 65% de los niveles de 2005 para el año 2030.
WRI ha estimado que las promesas de INDC representan una reducción anual de -2,8% en GEI, tanto para la Unión Europea y los Estados Unidos; -2.3% Anual para Japón; -1,7% Para Canadá (http://goo.gl/lRgV5W).
Climate Action Tracker (CAT, http://goo.gl/XXEp4c), un grupo de científicos y expertos en política del clima, considera que las siguientes INDCs son “inadecuadas” para alcanzar la meta de mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2 grados C: Canadá, Japón, Nueva Zelanda, Rusia y Corea del Sur; le dio a la meta de intensidad de carbono de China una clasificación “inadecuada”, mientras que le da una calificación de “mediana” para sus políticas y acciones nacionales, incluido el objetivo de aumentar la participación de combustibles no fósiles en 20 % de la energía primaria.
De acuerdo con CAT (http://goo.gl/lNSHzr), “Las políticas actuales (“business as usual”) sitúan al mundo en un camino hacia 3.6 a 4.2 ° C de calentamiento por encima de los niveles preindustriales, mientras que las promesas incondicionales que los gobiernos han hecho, a partir de principios de 2015, limitaría el calentamiento a 2.9 – 3.1 ° C por encima de los niveles preindustriales. En otras palabras, todavía hay una brecha importante entre lo que los gobiernos se han comprometido a hacer y el nivel de las acciones que han llevado a cabo hasta la fecha. Las trayectorias actuales se encuentran muy por encima de las vías de emisiones consistentes con un mundo de 1,5 ° C o 2 ° grados”.
No está claro cómo se reforzarían las contribuciones “previstas” para cerrar la “brecha de la ambición”. Algunas Partes (incluyendo AILAC) han propuesto un proceso robusto de revisión ex – ante, pero las Partes solo pudieron alcanzar el acuerdo de permitir al Secretariado de la CMNUCC el preparar un informe de síntesis del esfuerzo agregado de los INDC, que debe publicarse hasta el 1 de Noviembre. También habrá una revisión informal en Marruecos en Octubre.
El Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático (IPCC) en su Quinto Informe de Evaluación (AR5) estima que se requieren reducciones de un 40 a un 70% de las emisiones de GEI para el año 2050 en comparación con 2010, y niveles de emisiones cercanas a cero o menos en 2100, con el fin de mantener el aumento de temperatura a menos de 2 grados (http://goo.gl/b63SI9).
Mientras que los principales países desarrollados están reduciendo sus emisiones, algunos emisores importantes en el mundo en desarrollo siguen aumentando las suyas. La India no ha anunciado todavía “un año pico”, citando a los imperativos de crecimiento y desarrollo económicos.
Acuerdo de París
De cualquier manera que se finalicen las INDCs y se establezcan los compromisos de mitigación, estas contribuciones tienen que ser una parte integral del acuerdo jurídicamente vinculante que se adoptará en París en la CoP21. Debe haber una fuerte obligación legal para implementar y alcanzar las metas establecidas en los documentos nacionales de compromiso. Esto, sin importar la manera en que se inscriban los compromisos, sea un anexo, una tabla o un registro en línea.
El hecho de que ya están sobre la mesa un número importante de INDCs, ha dado tanto a los gobiernos nacionales como a actores no estatales razones para estar relativamente optimistas sobre el resultado en París. Pero la decisión más importante todavía está por llegar: un acuerdo legal que haga vinculantes a los INDCs será la mejor manera de aumentar la confianza en el proceso multilateral.
Según el vicepresidente ejecutivo de C2ES, Elliot Diringer, “Veo mucha mayor convergencia sobre las líneas generales del acuerdo de lo que vimos en el momento anterior a Copenhague.” C2ES acaba de terminar un año de consultas con los negociadores del clima de más de 20 países.
Laurence Tubiana, delegada especial del clima de Francia (Presidencia de la CoP21), indica que “Esto es algo muy nuevo. Este es un proceso en el que los países hacen progresivamente más y más con el tiempo. Se trata de un proceso de transformación largo y profundo que se extenderá durante los próximos 40 a 50 años y más allá. Necesitamos un marco normativo claro para alcanzar eso.” (http://goo.gl/s08s47).
Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, confía en que la CoP21 cumplirá su objetivo de llegar a un acuerdo sobre las medidas para limitar el calentamiento global a 2ºC. “Las estrellas se están alineando hacia un acuerdo de París que establecerá una vía que nos mantenga dentro del límite de 2ºC. Lo que es novedoso aquí es que todo el mundo se está dando cuenta de que es un momento muy, muy urgente en la historia de la lucha contra el cambio climático. Que este es un momento en que no podemos darnos el lujo de perder el tiempo. Y porque todo el mundo se moviliza en la misma dirección, en realidad tenemos una muy buena oportunidad de hacer algo significativo.” (http://goo.gl/n3apmE).
Financiamiento Climático
Uno de los elementos fundamentales para alcanzar un resultado ambicioso y efectivo en Paris es la provisión de financiamiento climático. La provisión de fondos para el clima a los países en desarrollo será indispensable para lograr la reducción de las emisiones que se requiere, y también para construir la confianza con el fin de celebrar un acuerdo exitoso en París.
Según el IPCC AR5, “Para los escenarios de mitigación que estabilicen las concentraciones en el rango de 430 a 530 ppm de CO2-eq para el 2100, las inversiones anuales en el suministro de electricidad de bajo carbono y la eficiencia energética en los sectores clave (transporte, industria y edificios) se proyectan en varios cientos de miles de millones de dólares al año antes de 2030. Dentro de entornos propicios adecuados, el sector privado, junto con el sector público, puede desempeñar un papel importante en la financiación de la mitigación y la adaptación “(goo.gl/b63SI9).
Se estima que los países en desarrollo necesitarán $ 350 mil millones al año para la mitigación, más $ 70- $ 100 mil millones adicionales por año para la adaptación al cambio climático. Además, si los impactos del cambio climático siguen aumentando, será necesaria una mayor financiación para hacer frente a “las pérdidas y los daños” de los desastres relacionados con el clima, como huracanes, inundaciones, sequías y el aumento del nivel del mar.
Los países desarrollados ya se han comprometido a “movilizar conjuntamente” $ 100 mil millones por año en el financiamiento climático para los países en desarrollo, incluidos los fondos privados apalancadas con recursos públicos; pero todavía hay falta de claridad de cómo se alcanzará esta meta
AILAC y otros países en desarrollo han propuesto que el Acuerdo de París debe incluir:
a) Una meta cualitativa a largo plazo sobre los medios de implementación: “todas las inversiones deben convertirse progresivamente en bajas en nivel de emisiones y resistentes a los impactos climáticos, contribuyendo a la necesaria transformación hacia el desarrollo sostenible y el logro de la meta de mantener la temperatura media global aumentar por debajo de 2 ºC o 1,5 ºC, así como construir economías, sociedades y ecosistemas que sean resistentes al cambio climático” (del texto de negociación, http://goo.gl/JeuL68).
b) Una “meta cuantificada colectiva a corto plazo se determinará cada cinco años a partir de 2020 sobre la base de un piso de 100 mil millones de dólares por año, con el fin de mejorar la previsibilidad de la provisión de fondos para el clima, indicando niveles específicos de financiación de fuentes públicas a ser provistas”.
c) “Cada país desarrollado y otras Partes que estén en condiciones de hacerlo, se comprometen a comunicar de forma anual / bienal en el período posterior a 2020, la contribución financiera cuantificada que proporcionará en apoyo a los países en desarrollo en la aplicación efectiva de las acciones de mitigación y adaptación, a la luz de la meta de transformación establecida en el artículo anterior y el objetivo global establecido en el artículo 5.3″. Esto podría basarse en la experiencia de los documentos de “Estrategias y enfoques” para aumentar el financiamiento climático, mediante la inclusión de información a priori sobre los fondos que serán provistos.
d) Fortalecer las Entidades del Mecanismo Financiero de la Convención, incluido el Fondo Verde Climático (GCF), el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y el Fondo de Adaptación (FA).
e) Desarrollar nuevos mercados de carbono para la el intercambio de certificados de reducción de emisiones (varias de las INDCs incluyen un componente vinculado a un mecanismo de mercado). Esto podría basarse en el mecanismo existente en el marco del Protocolo de Kioto.
En conclusión, mientras que se ha alcanzado avances con la presentación de las INDCs, todavía hace falta alcanzar el Acuerdo de Paris, que asegure la integridad ambiental y la ambición de los compromisos de reducción de emisiones (información ex – ante, metas cuantificables y comparables, ciclos con un periodo común, reglas de contabilidad, evaluación ex – ante y revisión ex –post, etc.).
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