Friday, October 21, 2022

Why doesn't the Ecuador country risk go down?

By Luis Fierro Carrion (*)

Twitter: @Luis_Fierro_C

In recent weeks, the so-called "country risk" of Ecuador, instead of going down, has continued to rise, reaching 1,945 basis points (that is, 19.45% above the US Treasury bond rate). .

The "country risk" essentially reflects the probability that a country declares a default on servicing its foreign debt. It is true that Ecuador has a negative trajectory in this regard, having declared a moratorium on 11 occasions, tying with Venezuela and Argentina in the moratorium record (the last in 2020, at the beginning of the pandemic). (Spain has more defaults, but over 5 centuries).

However, Ecuador's macroeconomic indicators should rather have induced a reduction in said risk differential.

A few weeks ago, an agreement was announced to restructure the external debt with Chinese entities, reducing the interest rate between 0.2 and 1%; extending deadlines; and reducing debt service by $870 million in 2022-23.

The fiscal deficit has fallen from $7.1 billion in 2020 to $2.3 billion in 2022. The public debt/GDP ratio will drop from 62.2% of GDP in 2020 to 57% of GDP in 2023. International reserves have exceeded $8.4 billion (having fallen to less than $2 billion in March 2020). The average price of oil has exceeded IMF projections (by $24.20 per barrel in 2022, and by $13.50 per barrel in the medium term). The projected GDP growth rate in 2022 (2.9% according to the IMF) is one of the highest in the region, while inflation is one of the lowest (4.1%).

All these objective macroeconomic factors should have lowered the country risk to around 500-600 points, but instead it has shot up to almost 2,000 points.

The explanation, therefore, is not that the default risk has increased in the short term (I would say that this risk is zero, given that the main payments to the IMF and China have been postponed from 2025, and of sovereign bonds to 2026).

The concern is fundamentally political:

  • It is considered that the government of President Lasso will not be able to approve structural reforms in the Assembly, for example, in the labor or investment legislation.
  • The commitment to double oil production does not seem viable (mining production will continue to increase, but gradually).
  • There is a risk that the Assembly will dismiss the President, or that he will invoke the "simultaneous death" (closing the Assembly and calling for new elections).
  • Although the leader of the indigenous confederation, Leonidas Iza, has weakened his support within the indigenous movement, a new “national insurrection” is still possible, affecting oil, mining, and rural production (agriculture, livestock, flowers, etc.).
  • It is feared that the next government (either a product of the “crossed death”, or regular elections in 2025) will not be “market friendly” and will invoke a new debt moratorium.

The "Iza effect" then becomes in reality an Iza-Correa-PSC-Pachakutik effect. Some PSC spokespersons (among them Mayor Cynthia Viteri) have questioned the servicing of the external debt, and apparently they have a close alliance with Correísmo and the “anti-capitalist” sectors of the Pachakutik movement.

There are also technical factors that affect Ecuador's country risk, such as low liquidity and high transaction costs, given that the country is not a recurring issuer.

In the long term, the only way to overcome this perception of high risk is by achieving a fiscal agreement between the main political forces, assuming as an objective to lower the cost of the country's external financing; and tax reforms that raise the level of fiscal pressure in the country to levels close to the average for Latin America. Currently, it is 19.1% of GDP, while the average for Latin America is 21.9%, and for OECD countries 33.5%.


(*) Translated version of the column published in "El Universo" newspaper on October 20, 2022

https://www.eluniverso.com/opinion/columnistas/por-que-no-baja-el-riesgo-pais-nota/




¿Por qué no baja el riesgo país?

 Por Luis Fierro Carrión (*)

Twitter: @Luis_Fierro_C

En las últimas semanas, el llamado “riesgo país” del Ecuador, en lugar de bajar, ha seguido subiendo, alcanzando 1.945 puntos básicos (esto es, 19,45 % por encima de la tasa de los bonos del Tesoro de EE.UU.).

El “riesgo país” en esencia refleja la probabilidad de que un país declare la moratoria en el servicio de su deuda externa. Es cierto que el Ecuador tiene una trayectoria negativa en este sentido, habiendo declarado moratoria en 11 ocasiones, empatando con Venezuela y Argentina en el récord de moratorias (la última en 2020, al inicio de la pandemia). (España tiene más moratorias, pero a lo largo de 5 siglos).

No obstante, los indicadores macroeconómicos del Ecuador mas bien deberían haber inducido una reducción de dicho diferencial.

Hace unas semanas se anunció un acuerdo para reestructurar la deuda externa con entidades chinas, reduciendo la tasa de interés entre 0,2 y 1 %; extendiendo los plazos; y reduciendo el servicio de la deuda en $870 millones en 2022-23.

El déficit fiscal ha bajado de $7.100 millones en 2020 a $2.300 millones en 2022. La relación deuda pública/PIB bajará de 62,2 % del PIB en 2020, a 57 % del PIB en 2023. Las reservas internacionales han superado $8.400 millones (habiendo bajado a menos de $2.000 millones en marzo 2020).  El precio promedio del petróleo ha superado las proyecciones del FMI (por $24,20 por barril en 2022, y en $13,50 por barril en un plazo mediano). La tasa de crecimiento del PIB prevista en 2022 (2,9 % según el FMI) es una de las mas altas en la región, en tanto que la inflación es una de las más bajas (4,1 %).

Todos estos factores macroeconómicos objetivos deberían haber bajado el riesgo país a unos 500-600 puntos, pero en su lugar se ha disparado a cerca de 2.000 puntos.

La explicación, por ende, no es que haya aumentado el riesgo de moratoria en el corto plazo (diría que ese riesgo es cero, dado que los pagos principales del FMI y China se han postergado a partir de 2025, y de los bonos soberanos a 2026).

La preocupación es fundamentalmente política:

  •       Se considera que el gobierno del Presidente Lasso no podrá aprobar reformas estructurales en la Asamblea, por ejemplo, en el ámbito laboral o de inversiones.
  •       No parece viable la apuesta por duplicar la producción petrolera (la producción minera seguirá aumentando, pero gradualmente).
  •       Existe un riesgo de que la Asamblea destituya al Presidente, o que este invoque la “muerte cruzada”.
  •       Si bien el Sr. Iza se ha debilitado al interior del movimiento indígena, todavía es posible un nuevo “estallido” que afecte la producción petrolera, minera y rural (agrícola, ganadera, florícola, etc.).
  •       Se teme que el próximo gobierno (sea producto de la “muerte cruzada”, o de elecciones regulares en 2025) no sea “amigable al mercado” e invoque una nueva moratoria de la deuda.

El “efecto Iza” entonces se vuelve en realidad en un efecto Iza-Correa-PSC-Pachakutik. Algunos voceros del PSC (entre ellos la Alcaldesa Viteri) han cuestionado el servicio de la deuda externa, y al parecer tienen una alianza estrecha con el Correísmo y los sectores “anticapitalistas” del movimiento Pachakutik.

También hay factores técnicos que afectan el riesgo país de Ecuador, tal como la escasa liquidez y elevado costo de transacción, dado que el país no es un emisor recurrente.

A largo plazo, la única forma de superar esta percepción de elevado riesgo es logrando un acuerdo fiscal entre las principales fuerzas políticas, asumiendo como un objetivo rebajar el costo del financiamiento externo del país; y reformas tributarias que eleven el nivel de presión fiscal del país a niveles cercanos al promedio de América Latina.  Actualmente, es del 19,1 % del PIB, mientras que el promedio de América Latina es 21,9 %, y para los países de la OCDE 33,5 %.


(*) Una versión más corta de esta columna se publicó en el Diario "El Universo" del Ecuador el 20 de octubre de 2022

https://www.eluniverso.com/opinion/columnistas/por-que-no-baja-el-riesgo-pais-nota/