Por Luis Fierro Carrión (*)
Twitter: @Luis_Fierro_C
La invasión rusa a Ucrania ha provocado un costo humano elevado, con
decenas de miles de muertos entre los civiles de Ucrania, aparte de unas 20.000
tropas rusas (hasta el 13 de abril, según fuentes ucranianas). Sólo en la ciudad asediada de Mariupol, el
Alcalde indicó que podrían haber muerto más de 20.000 civiles. El número de
heridos podría llegar a mas de 100.000, y hay más de 11 millones de personas
desplazadas (de las cuales cerca de 5 millones han salido de Ucrania).
Aparte de ello, la guerra trae pérdidas económicas cuantiosas, con la
destrucción de viviendas, infraestructura, carreteras, etc. Se estima que se ha
destruido infraestructura en Ucrania por más de USD 100 mil millones. El Banco Mundial
estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Ucrania podría caer en 45 % como
consecuencia de la guerra, debido al colapso de la producción y las
exportaciones en gran parte de su territorio. La tasa de pobreza podría subir
de 1,8 % de la población a cerca de un tercio.
La economía rusa, sujeta a severas sanciones por parte de los países de
la OTAN y otros aliados (Japón, Corea del Sur, Australia, etc.), podría caer en
11,2 % en el 2022, según el Banco Mundial.
De prolongarse y escalar la guerra, la caída del PIB podría alcanzar 75
% en el caso de Ucrania y 20 % en el caso de Rusia.
Otros países severamente afectados serán los vecinos de Ucrania y Rusia,
incluyendo a Bielorrusia (-6 %) y Moldavia (países en los cuales también operan tropas
rusas, en el primero por invitación de su dictador, en el segundo por la
ocupación de la zona del Transnistria). La proyección de crecimiento de Europa
Central (Bulgaria, Croacia, Hungría, Polonia y Rumanía) se reducirá del 4,7 % al
3,5 %, debido a la afluencia de refugiados, el aumento de los precios de las
materias primas y el deterioro de la confianza. El ingreso de refugiados
fluctúa entre 4 % de la población anterior a la guerra (Hungría) al 15 % en el
caso de Moldavia; a Polonia han ingresado casi dos millones y medio de
personas, equivalente a un 6 % de la población anterior.
A nivel mundial, se estima que la tasa de crecimiento del PIB caerá de 4
% a 3 %, como efecto principalmente de los efectos sobre el comercio mundial, y
la elevación de los precios de los hidrocarburos y alimentos.
Los aumentos de precios han sido especialmente pronunciados para los
productos en los que Rusia y Ucrania son exportadores clave, incluidos:
gas natural, carbón, petróleo, fertilizantes, trigo, aluminio, el mineral de
hierro y el paladio.
En cuanto a América Latina y el Caribe, el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) estima que la tasa de crecimiento caerá en un punto en 2022,
de 2,1 % a 1,2 %, y podría haber una contracción de 0,4 % en 2023.
Los escenarios de crecimiento para cada país dependen de diversos
factores, desde sus vínculos comerciales con Rusia y Ucrania, hasta su nivel de
endeudamiento, pero en general el BID prevé que disminuya respecto del
escenario prebélico.
El alto precio de los hidrocarburos y los cereales beneficiará a los países
exportadores de estos productos, mientras que los importadores, en particular
los de América Central y el Caribe, sufrirán una mayor inflación.
Rusia y Ucrania son mercados importantes para varios de los productos
que exporta América Latina y el Caribe, como lácteos y carne (Cono Sur), frutas
(por ejemplo, banano, en el caso de Ecuador) y flores.
Alrededor del 20% del total de importación de fertilizantes de la región
procede de Rusia, al igual que más del 5% de las importaciones de hierro y
acero.
Otro efecto colateral será el alza de las tasas de interés
internacionales, como resultado de la elevada inflación que encaran países como
Estados Unidos y los de Europa.
En el caso del Ecuador, los impactos serán contradictorios: un efecto
positivo por alza del precio del petróleo, un efecto negativo por el aumento del
precio de los fertilizantes y el cierre de los mercados para el banano y las
flores. El Banco Mundial aumentó su pronostico de crecimiento al 4,3 % para
2022 (el segundo país con mayor crecimiento en la región después de Colombia).
Pero la incertidumbre será la tónica global y regional, sujeto a cómo
evolucionen la invasión rusa y los coletazos de la pandemia de COVID-19.
(*) Una versión un poco más resumida de esta columna fue publicada en el Diario "El Universo" el 15 de abril, 2022
https://www.eluniverso.com/opinion/columnistas/la-guerra-y-la-economia-nota/
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