El primero, titulado "40 años de democracia y crecimiento económico: ¿cuál es la relación?", de Daniel Baquero, se pregunta por que la economía no ha logrado alcanzar un crecimiento sostenido, y plantea la interrogante si "el tumultuoso periodo democrático fue el causante del bajo crecimiento económico; o, por el contrario, si fue el pobre crecimiento económico el que afectó la consolidación democrática".
http://foroeconomiaecuador.com/fee/40-anos-de-democracia-y-crecimiento-economico-cual-es-la-relacion/?fbclid=IwAR1-bpi6gLsZW-hfMP9cbZ-eR05gJKaEG8lZCfSTJRXY0J6j8z1FGkmmeBs
Indica que "desde 1979 la tasa de crecimiento del PIB per cápita promedió un 1%, lo que significa que el ritmo ha sido insuficiente para cerrar la brecha con los países más desarrollados. Un hecho aún más relevante, tal vez, es que el ritmo de crecimiento fue además altamente volátil. Es decir, el crecimiento estuvo sujeto en gran medida a los shocks externos que no solo se limitaron a los petroleros, sino que provinieron de desastres naturales, crisis internacionales; aunque también jugaron su rol fundamental los factores internos".
Se pueden distinguir claramente dos periodos: entre 1980 y 2000, el PIB per cápita se estancó (pasó de $3.681 a $3.663, en dólares constantes 2010, ajustado por paridad de poder de compra).
Para 2018, había alcanzado $5.185. En las dos décadas mas recientes, el país estuvo dolarizado, y, entre 2007 y 2014, obtuvo muy altos ingresos por el alza del precio internacional del petroleo.
El crecimiento del PIB per cápita de Ecuador fue muy inferior al alcanzado por otros países de la región, como Chile, Uruguay, Panamá y Costa Rica. Estos países tienen instituciones más fuertes y han logrado establecer políticas de Estado en favor de la inversión, el crecimiento sostenido y el aumento de la productividad
Otros países se han mantenido estancados (Nicaragua), o incluso tenemos el caso de Venezuela, cuyo PIB per cápita se ha colapsado a la mitad.
En el Ecuador, ni siquiera en los gobiernos más de derecha (Febres Cordero, Durán Ballén) se han adoptado realmente reformas de liberalización económica.
Baquero dice “Por lo tanto, existió una persistencia de políticas e instituciones ineficientes (ej. déficits fiscales recurrentes, reglas fiscales ignoradas o eliminadas) que fueron evidentes en los momentos de presión económica, pero que pudieron pasar a un segundo plano cuando el contexto internacional era favorable. La persistencia de estos elementos, tanto institucionales como de política pública, estaría asociada con la persistencia de los incentivos de quienes tienen el poder político para distorsionar el sistema para su propio beneficio (Acemoglu & Robinson, 2006).”
El segundo articulo es el de Diego Ordóñez, quien sostiene que en el Ecuador ha habido una “derecha corporativa” (rentista diría yo) y una izquierda troglodita (estalinista), y ambas han coincidido en promover políticas proteccionistas y rentistas.
El articulo se titula "Derecha corporativa e izquierda troglodita: el bloqueo de 40 años", y afirma que el Ecuador "está en la cola, junto con Venezuela y Nicaragua, en ejecutar reformas estructurales que han llevado a otras economías a crecer sostenidamente, crear riqueza y mejorar las condiciones de vida de la gente".
Destaca, como ejemplo, que el gobierno de derecha de Febres Cordero, lejos de impulsar la liberalización económica, "el alto gasto se mantuvo, no se privatizó ningún activo estatal, sostuvo precios políticos y heredó un elevado déficit fiscal. Y para atender los intereses que representaba, modificó la sucretización realizada en el gobierno precedente: eliminó el cobro de intereses de mercado y la tasa de riesgo cambiario"
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