Por Luis Fierro Carrión (*)
El Ecuador ha sido tradicionalmente una tierra que ha recibido inmigrantes, los cuales huían de conflictos militares, sociales o étnicos.
Así, a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX, llegaron europeos y
árabes, huyendo de dificultades económicas, sequías y conflictos militares, de
países como Italia, Siria, Iraq, Palestina (estos últimos formaban parte del
Imperio Otomano hasta la Primera Guerra Mundial – razón por la cual se les llamaba
los “turcos”).
El ascenso de Hitler al poder y la Segunda Guerra Mundial empujaron a
muchos judíos, así como otros europeos, a buscar refugio en América
del Sur. Posteriormente, el conflicto militar en Colombia llevó a colombianos a
trasladarse al Ecuador, y también vinieron refugiados de las dictaduras militares
del Cono Sur (Chile, Argentina, Uruguay).
Todos esos grupos recibieron una buena acogida en el Ecuador; un buen
numero eran profesionales y empresarios, y se integraron sin mayor dificultad
al país. Por ejemplo, ya ha habido varios presidentes y alcaldes con
ascendencia árabe.
Los primeros flujos de emigración, a gran escala, se dieron en los años
setenta, y se dirigieron principalmente hacia Estados Unidos y Venezuela.
Posteriormente, con la crisis financiera de 1999, aumentaron las salidas
hacia España, Italia, y en menor medida hacia Chile, Canadá y Colombia, entre otros.
Para el 2019, según datos de Naciones Unidas, había un total de
1’183.685 ecuatorianos que viven en el exterior, de los cuales 43,6 % se encontraban
en Estados Unidos (516 mil), 35,1 % en España, y 7,2 % en Italia. Según otras fuentes,
el número sería mayor. Por ejemplo, según
Pew Research, había 738.000 personas de origen ecuatoriano que viven en
Estados Unidos, aunque en esa cifra se incluyen hijos y nietos de inmigrantes
ecuatorianos (427 mil personas nacidas en Ecuador). El aumento más significativo
se dio entre el 2000 y el 2010. En España, según información censal, habría 430.000
ecuatorianos (aunque algunos han adquirido la nacionalidad española).
En promedio, los ecuatorianos en EE.UU. tienen un mayor nivel educativo,
mayor nivel de ingresos y menor tasa de pobreza que el promedio de los latinos
en EE.UU. No obstante, tienen una menor
tasa de propiedad de viviendas que otros latinos.
La población de origen ecuatoriano se concentra en los estados de Nueva York (39%), Nueva Jersey (18%) y
Florida (11%).
Con la crisis económica, política y social de
Venezuela, en los últimos años han emigrado hacia el Ecuador al menos 350.000
venezolanos; y, en cambio, con la crisis económica internacional de 2008-09 y
la actual, algunos miles de ecuatorianos que habían emigrado hacia otros países
han vuelto.
Un aporte sustancial de los emigrados al desarrollo
del Ecuador es el envío de remesas. Las
remesas recibidas promedian unos $750 millones por trimestre ($3.000 millones
al año), aunque en el primer trimestre de 2020 cayeron a $721 millones (una
caída de 2.04 % con respecto al primer trimestre de 2019, probablemente por el
inicio de la pandemia de COVID-19 en algunos países de Europa). La caída en el
resto del año probablemente será más pronunciada. La mayor parte provino de EE.UU. (58.9 %), seguido por España (24.3 %) e Italia (4.92 %).
Pero hay que considerar que los inmigrantes de otros
países en el Ecuador también envían remesas al exterior, unos $150 millones por
trimestre. Estas también sufrieron una caída en el primer trimestre, $136
millones (una caída de 3.18 % con respecto al primer trimestre de 2019).
Se ha avanzado en la integración de los sistemas de
seguridad social entre algunos países (sobre todo con otros países de América
Latina y España). Quienes califican para recibir la pensión de jubilación en EE.UU. pueden recibirla en Ecuador, en donde el costo de la vida es más bajo. Pero
existe el problema de los indocumentados, que normalmente no aportan a los
sistemas de seguridad social, ni están cubiertos por sistemas de protección
social (como seguro de desempleo). Se debería facilitar que los emigrantes que
lo deseen puedan afiliarse de manera voluntaria al IESS en Ecuador.
Se podría hacer más para favorecer el retorno de los
emigrados, incluso ofreciéndoles facilidades tributarias para traer capitales,
maquinaria y equipos. Por ejemplo, se
podría establecer zonas francas en las cuales la “diáspora” ecuatoriana pudiese
invertir, con exenciones tributarias por un periodo. También se podría propiciar proyectos de
desarrollo comunitario, con fondos de emigrantes y de entidades del gobierno
nacional y gobiernos locales.
(*) Una versión resumida de este articulo fue publicada el 4 de septiembre, 2020, en el Diario "El Universo":
https://www.eluniverso.com/opinion/2020/09/04/nota/7964275/emigrantes-ecuatorianos
Fuente: DatosMacro, Expansión.
https://datosmacro.expansion.com/demografia/migracion/emigracion/ecuador
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